Posiblemente la mayor fortaleza de los conceptos expuestos en este libro, sea su sencillez. Fiel a su estilo, Goldratt entrega este tomo de amena lectura a través del cual profundiza en los conceptos de la teoría de restricciones.
La riqueza del libro aumenta conforme se avanza en su lectura. Sin perder su enfoque humanista, No es cuestión de suerte ejemplifica con formas tan eficientes como creativas distintos casos de pensamiento lateral para la resolución de situaciones difíciles.
La lógica es la herramienta principal para la asimilación de los conceptos presentados. Con la lógica, Eliyahu Goldratt plantea la forma en la cual es adecuado atender la resolución de conflictos, y es también con la lógica que lector lo comprende. Posiblemente esa sea la razón por la cual los conceptos de Goldratt han logrado permanecer vigentes al paso del tiempo.
No es cuestión de suerte no limita su contenido a las áreas de operaciones, las cuales se entienden como aquellas en donde la aplicación de la teoría de restricciones encuentra su campo natural. El libro muestra la forma en la cual los principios encuentran clara cabida en diversas áreas de la empresa, desde marketing hasta distribución.
Las enseñanzas de La meta encuentran buen eco en No es cuestión de suerte, permitiendo a éste adquirir un ritmo un poco más catedrático sin por ello alejarse de la maestría con la que el autor cuenta para transmitir conceptos de forma insospechadamente sencilla.